MODA: ¿EN TODOS LADOS?

¿Alguna vez han escuchado que las matemáticas están en todos lados? Y si lo piensan eso pasa con todas las cosas; los psicólogos dirán que la psicología está en todos lados, los ingenieros que la ingeniería y los diseñadores que el diseño. Pero a lo que mucha gente le hace el "feo", es la moda y la imagen que proyectas con tu ropa.

Alguna vez tuve un profesor que decía que vestirse formal para una entrevista o una presentación era señal de estupidez, porque la ropa no te definía como competente.

Idealmente, esperamos ser juzgados por nuestro "talento y conocimientos" y separamos el aspecto de la imagen personal por completo, olvidando que es parte de nuestra identidad. Como nos vemos es parte de lo que somos, como la forma  en que hablamos o caminamos o como reímos.

Les pongo un ejemplo que comentaba alguna vez con una amiga, va para todos aquellos que han tenido una clase, ya sea en la escuela o extracurricular, que les encante, todo sobre ella, y que el profesor o profesora sea tan bueno o buena en la materia que aunque sea la última del viernes, la disfrutas.

Ahora imaginen que (en caso de que no lo sean), ese profesor o profesora, buenísimo en su materia que hace que hasta el tema por el que juraban nunca mostrar interés, capta su atención al 100%, tenga un código de "vestimenta" diferente al suyo. Imaginen que sea nudista. ¿No cambia eso algo? El hecho de que sea nudista no cambia el hecho de que sea buenísimo en la materia, ni su talento, ni sus conocimientos, ni su experiencia, simplemente le gusta andar libremente, literal.

Idealmente, la clase que imparte debería ser la misma, mantener ese estatus clase favorita aunque sea la última de los viernes. Pero apuesto a que más de uno se sentiría incómodo y no dudarían en presentar quejas. La cosa es que existen códigos y que si te mantienes dentro de ellos o no dice mucho de ti.

No soy de las que piensan que todos deben seguir tendencias, no se trata de generar uniformes. Pero si creo que es importante considerar códigos y personalmente se me hace ilógico pensar que como nos vestimos no cuenta como tarjeta de presentación.